Filosofía para todos

A menudo se tiende a pensar que la filosofía es cosa de gente sesuda y erudita, algo fuera del alcance del común de los mortales. Nada más lejos de la realidad. Pensar la vida, sopesarla, someterla a examen y escrutinio es una actividad que nos incumbe a todos sin excepción. Nos va en ello nada menos que nuestra felicidad. Al menos, eso pensaba el sabio griego Epicuro:

 Que ninguno por ser joven vacile en filosofar, ni por llegar a la vejez se canse de filosofar. Pues no hay nadie demasiado prematuro ni demasiado retrasado en lo que concierne a la salud del alma. El que dice que el tiempo de filosofar no le ha llegado o le ha pasado ya, es semejante al que dice que todavía no ha llegado o ya ha pasado el tiempo para la felicidad. Así que deben filosofar tanto el joven como el viejo; este para que, en su vejez, rejuvenezca en los bienes por la alegría de lo vivido; aquél para que sea joven y viejo al mismo tiempo por su intrepidez frente al futuro. Es, pues, preciso que nos ejercitemos en aquello que produce la felicidad, si es cierto que, cuando la poseemos, lo tenemos todo y, cuando nos falta, lo hacemos todo por tenerla.
                                                                                                                  Carta a Meneceo 
Resultat d'imatges de epicuro carta a meneceo

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